¡Bienvenida!

Escucha a tu cuerpo. El ritmo de vida que tenías antes del embarazo quizá tenga algunos cambios, descansa según tu cuerpo te lo pida. Tómate un descanso en la mañana y otro en la tarde, aprovéchalos para meditar, orar, conectarte a fondo contigo misma y con tu bebé.

Por la noche cena ligero y de preferencia por lo menos una hora antes de irte a dormir para que hagas la digestión y duermas mejor.

El embarazo es un buen aliciente para hacer cambios en tu estilo de vida, comienza hacer ejercicio y lleva una dieta balanceada. Tómate unos minutos en tu día para meditar y agradecer a Dios el gran milagro que crece dentro de ti.

El entorno social puede influir en tu manera de ver y sentir el embarazo, procura rodearte de personas que fortalezcan tu capacidad natural de dar a luz.

Es importante darle tiempo a cada hijo, si tienes mas hijos, aprovecha para que ellos descubran la belleza de embarazo y el gozo de recibir a un nuevo hermano. Al mismo tiempo debes encontrar espacios dedicados especialmente al bebé que esperas. Un curso de educación perinatal puede ayudarte mucho a darle tiempo especial de preparación para el nacimiento de este nuevo bebé.