Tu bebé empieza a desarrollar sus glándulas sudoríparas bajo la piel.
Se mueve frecuentemente y duerme a ratos. Las huellas digitales de cada uno de sus dedos están completamente delineadas. El bebé practica sus respiraciones inhalando el líquido amniótico hacia sus pulmones que se están desarrollando.
Sonríe, gesticula y percibe sonidos. Prefiere cierto tipo de música y los ruidos fuertes lo sobresaltan.
En los ovarios de las niñas ya se encuentran millones de ovocitos (células sexuales primordiales)
Tus glándulas mamarias empiezan a producir el “calostro” que es el primer alimento que ofrecerás a tu bebé y es posible que notes algún mínimo escurrimiento del mismo espontáneamente o al presionar la areola del pezón.
Tu temperatura corporal es un poco más alta durante el embarazo, aumenta tu transpiración, tu salivación y tu secreción vaginal debido a la acción de las hormonas y al incremento del riego sanguíneo que estás experimentando.