Por la acción de la hormona relaxina, las articulaciones pélvicas (sacro-ilíacas) se movilizan. Durante el trabajo de parto el sacro realiza el movimiento sagital de contra-nutación desplazando el promontorio del sacro hacia atrás, permitiendo que la cabeza fetal se meta a la pelvis y después realiza el movimiento de nutación desplazando el sacro hacia atrás para permitir la salida de la cabeza en el momento del nacimiento del bebé.