Es frecuente que los padres tengamos dudas o nos preguntemos cual será el mejor momento de hablar de sexualidad a nuestros hijos y muchas veces experimentamos gran ansiedad en cuanto vemos que el día de hacerlo se acerca y se hace inminente ante las inquietudes y preguntas de los niños. No sabemos por donde empezar y cuando nos decidimos a hacerlo, generalmente ya es demasiado tarde pues el entorno, la televisión, la computadora y los compañeros de escuela han sido sus fuentes de información en estos temas y se nos han adelantado, generando malos entendidos, confusiones y errores. Entonces es fundamental estar muy cerca de ellos, alerta a sus preguntas y siempre responderles con la verdad y en el contexto del amor, usando los nombres correctos para sus órganos sexuales para que puedan confiar en ti y se fomente una buena comunicación con ellos ayudándoles a descubrir la belleza gloriosa del plan del creador quien diseñó nuestra sexualidad.
Todos recordamos de nuestras más tempranas memorias la imperiosa curiosidad, de saber porqué los niños y las niñas son diferentes.
Desde el momento en que el niño es concebido y tiene la experiencia de ser recibido amorosamente inicia su educación en la sexualidad que debe continuarse ininterrumpidamente a lo largo de su desarrollo. Así, sin palabras, sin libros, sin prejuicios y siguiendo el ritmo misterioso de la vida misma, los niños aprenden todo sobre la sexualidad desde el vientre de su madre y perciben la vida, pronto escuchan la voz aguda de mamá y la voz grave de papá y empiezan a reconocerlos y a descubrir que son diferentes.
Después experimenta la aventura del parto y el apasionante momento de encontrarse cara a cara con su madre. La necesidad de ser abrazado y alimentado es inaplazable y el gozo de tenerla cerca y de ser amamantado es su experiencia vital de placer y satisfacción por medio de la cual conoce el amor puro y desinteresado así como la entrega incondicional de su madre, pase lo que pase, su bienestar esta garantizado por sus cuidados y su amor.
Siente los brazos firmes de su padre, su cara su piel más gruesa, su barba sus juegos bruscos y divertidos y así en la magia de la convivencia en la familia reconoce las diferencias entre los dos sexos y empieza a descubrir su propia identidad.
El siguiente reto consiste en descubrir que significa amar. El niño tiene que cambiar su egoísmo fundamental, expresado con sus primeras palabras «mio, mi, yo» y poco a poco transformarse en un ser humano maduro, amoroso, que se entrega y es capaz de sacrificarse por el otro. Este proceso esta tatuado en nuestra sexualidad pues todos estamos llamados a entregarnos para dar vida. Y es que el sexo tiene todo que ver con la vida misma.
Es necesario ayudar a los niños a distinguir lo bueno de lo malo, ofreciendo a nuestros hijos conversaciones abiertas, regulares, normales, saludables sobre el hermoso plan de la naturaleza para nuestra sexualidad que es la unión del hombre y la mujer para dar vida formando una familia humana, así como favorecer momentos de convivencia con ellos y abrazarlos mucho pues lo necesitan fisicamente para sentirse amados.
De esta forma podremos ayudarles a satisfacer el hambre de conocer este plan sobre la sexualidad y el deseo sexual que los griegos llamaron «eros». Lograr que lo torcido y desviado que los niños ven y escuchan en todos lados (lo erótico), recupere su verdadero sentido, descubriendo que el sexo es verdadero, hermoso y bueno.
Nuestra cultura actual está expuesta a la pornografía que se les presenta a niños y adultos sin que la busquen, a los 11 años en promedio los niños han tenido esta experiencia y el 80% de los adolescentes han visto pornografía en internet. ¿Qué hacer ante esta alarmante situación? Si descubres a tu hijo o hija tocando sus genitales o viendo pornografía no le grites, no lo apenes, no le digas que es sucio, pues su deseo por saber es bueno y natural, explícale amorosamente que ver pornografía es como hartarse de comida chatarra que le hará sentir mal y enfermarse y que descubra que está invitado a un verdadero banquete en el que encontrará el amor verdadero en el momento en que esté maduro y listo para entregarse de verdad para dar vida.
Ante los impulsos sexuales que todos tenemos hay tres opciones; reprimirlos, hartarse con la «comida chatarra» volviéndose adictos a la pornografía y la tercera abrirse a la invitación al banquete al que estamos llamados, reorientando nuestro deseo hacia lo bueno y lo verdadero, siendo dueños de nosotros mismos, eligiendo cambiar la gratificación inmediata saliendo del egocentrismo por el deseo de entregarse a si mismo para poder dar vida.
La fuerza dominante de «eros» tal y como Dios lo creó, es la salvación para esta generación los padres tenemos el deber de educarnos mas en el plan del Creador sobre la sexualidad y empezar a caminar con paso firme para informarnos y transformarnos. Tener paciencia y compasión con nosotros mismos y con nuestros propios padres que no pudieron abrir ante nosotros este hermoso panorama y finalmente tener confianza en mostrar a nuestros hijos el banquete al que están llamados (gozar la unión del hombre y la mujer para dar vida, experimentando el amor total, libre, fiel y fecundo) y guiarlos para que estén menos vulnerables a la comida chatarra (pornografía, masturbación, autocomplacencia, sexo sin compromiso ni responsabilidad) Y es que si no les decimos nada y permanecemos en silencio los estaremos encaminando hacia la comida chatarra que se les presentará sin que necesariamente la busquen, robándoles la inocencia, la bondad y la felicidad.
Educar es amar, es nuestra responsabilidad y nuestro privilegio como padres.
Referencia: Christopher West 2023
¿Qué es el ácido fólico y por qué debes tomarlo?
El ácido fólico es también conocido como vitamina B9, es una vitamina esencial importante en la división celular y la formación de glóbulos rojos, que ayuda a prevenir lo defectos del tubo neural (cerebro y médula espinal) cuando se toma antes y durante las primeras semanas del embarazo. El ácido fólico está disponible en la mayoría de las multivitaminas, en los suplementos de ácido fólico solamente y en algunos alimentos. El folato es la forma natural del ácido fólico que se encuentra en ciertos alimentos como vegetales de hojas verdes.
Toma ácido fólico antes del embarazo
El ácido fólico funciona mejor si se toma antes de quedar embarazada y durante las primeras semanas del embarazo. Dado que casi la mitad de todos los embarazos en el mundo son una sorpresa, es importante que todas las mujeres en edad reproductiva (aunque no estén intentando quedar embarazadas) consuman la cantidad recomendada de ácido fólico.
La mejor forma de obtener suficiente ácido fólico es al tomar una multivitamina con al menos 400 microgramos de ácido fólico y consumir una dieta saludable a diario. La mayoría de las multivitaminas contienen esta cantidad, pero revise la etiqueta para estar segura. También puedes obtener folato (la forma natural del ácido fólico) a través de los alimentos que consumes, pero la mayoría de las mujeres no obtienen la cantidad recomendada de folato o ácido fólico a través de la dieta.
Si todas las mujeres tomaran la cantidad adecuada de ácido fólico antes del embarazo y durante las primeras semanas del embarazo, se pueden prevenir los defectos del tubo neural hasta en un 70 por ciento. Una vez que estés embarazada, la dosis de ácido fólico aumenta al menos 600 microgramos diarios. Las vitaminas prenatales debe tener la cantidad de ácido fólico que necesitas durante el embarazo.
No existe un nivel tóxico para el ácido fólico. Si comes un cereal fortificado (con 400 microgramos), se toma un suplemento (con 400 microgramos) de ácido fólico, y consume alimentos fortificados y alimentos ricos en folato, no estarás consumiendo demasiado ácido fólico. Sin embargo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los EE.UU. recomiendan que las mujeres consuman no más de 1,000 microgramos de ácido fólico sintético al dia.
El ácido fólico en los alimentos
El ácido fólico se encuentra en los siguientes alimentos:
El ácido fólico es bueno para mamá y papá también.
El ácido fólico es bueno para mantener la buena salud de todos. Juega un papel muy importante en la producción de glóbulos rojos. También puede ayudar a prevenir ciertos problemas de salud, pero aún se están haciendo investigaciones al respecto.
Fuente: http://www.nacersano.org/acido_folico/9316_9723.asp
El trabajo de parto es una función maravillosa propia de la mujer en la cual se involucran todas las dimensiones personales de la madre, por lo que ciertamente la mujer da a luz con su cuerpo, con su espíritu, con sus emociones, su intelecto, su psicología y sus instintos biológicos mas básicos y naturales.
El trabajo de parto se divide en tres etapas que por las sensaciones, signos y síntomas la mujer puede identificar fácilmente.
Primera etapa del trabajo de parto, es llamada borramiento y dilatación del cuello del útero. Lo que ocurre es que se presentan contracciones del útero que poco a poco son mas largas, intensas y frecuentes logrando que el cuello uterino que está cerrado, largo y firme, se modifique hasta lograr abrirse por completo permitiendo la salida del bebé que se encuentra en el interior del útero listo para nacer.
La primera etapa del parto se divide a su vez en tres fases que podemos identificar por sus características particulares:
A. Fase Latente en la que la mujer empieza a experimentar contracciones ligeras, irregulares y de poca intensidad que abren el cuello de 0 a 6 centímetros, suele durar aproximadamente 12 horas en las que es importante que la mujer permanezca en su casa con actividades normales, que coma y beba según lo necesite, tome un baño y descanse.
B. Fase activa, dura de 4 a 6 horas, las contracciones se regularizan, son más largas y mas intensas. El cuello se dilata más abriéndose de 6 a 8 centímetros.
Cada 10 minutos se presentan 3 contracciones que cada vez tienen más fuerza de forma continua. Conviene esperar en casa hasta que este patrón sea constante por un par de horas para entonces trasladarse a la clínica donde nacerá el bebé.
C. Fase de transición en la que el cuello termina de abrirse de 8 a 10 centímetros alcanzando la dilatación completa. Es la fase más corta pudiendo durar alrededor de una hora pero a su vez es la más demandante ya que las contracciones son las más largas, fuertes y seguidas que la mujer va a experimentar. La mujer requiere su máxima concentración y relajación para enfrentarla, puede presentar nausea, frío y sensaciones intensas que la guían buscando las posiciones que le acomoden y consuelen.
Segunda etapa del trabajo de parto llamada expulsión Cuando se completa la dilatación del cuello, el bebé se desliza hacia el canal de parto y la mujer entra en la etapa de expulsión; las contracciones se espacian un poco y vienen acompañadas con deseo de pujar, durante esta etapa la mujer debe tener libertad de movimiento y pujar en posiciones verticales como puede ser de pie, en cuclillas, en el escusado, hincada y alternarlas según ella lo requiera hasta que la coronilla de la cabecita del bebé se asome anunciando su inminente nacimiento, extendiendo su cuello y encontrándose con sus padres. Mientras la madre lo abraza y lo conoce, el pediatra lo revisa sobre el regazo materno confirmando su salud y su adecuada adaptación al mundo exterior. Si se le permite, el bebé es capaz de encontrar el pecho de su madre y amamantar por primera vez en la primero hora de su vida.
Tercera etapa del parto llamada alumbramiento Es en la que se expulsa la placenta y se inicia la involución uterina formándose el globo de seguridad al contraerse el útero firmemente.
Al terminar el trabajo de parto la mujer pasa al puerperio inmediato en el cual se inicia su recuperación así como la lactancia materna, que son las primeras actividades que realiza la madre al asumir la gran misión de su maternidad.