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¡Bienvenida!

Prepárate para una experiencia saludable y emocionalmente positiva.

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Cuando la mujer decide dar a luz por medio de un parto natural, el uso del agua resulta ser una medida de confort excelente. La  hidroterapia -como se le conoce al uso del agua durante el trabajo de parto- es sumamente efectiva para aliviar las molestias ocasionadas por las contracciones uterinas que se presentan, y que son absolutamente necesarias para que la mujer de a luz a su hijo.

La mujer puede usar la regadera o la tina en cualquiera de las etapas del trabajo de parto, lo que contribuye a mejorar su estado de relajación y a favorecer la producción de endorfinas, que son opioides endógenos que produce el cerebro para hacer más llevaderas las sensaciones intensas que la madre experimenta durante el proceso de borramiento y dilatación del cuello del útero o cérvix. La hidroterapia, facilita que la madre adopte las posturas naturales e instintivas que favorezcan positivamente la dinámica natural del parto protegiendo su salud y la de de su bebé.

La clínica de Especialidades de la Mujer de la Secretaría de la Defensa Nacional, fue pionera  en México en ofrecer el parto en agua (2000) bajo la iniciativa  del General Médico Cirujano, Gineco-Obstetra, Dr. Ramón Celaya Barrera.  A partir de entonces algunos Hospitales privados de la ciudad de México empezaron a ofrecer este servicio con gran éxito  observándose una creciente demanda por parte de las mujeres embarazadas. Existen algunos hospitales con las instalaciones necesarias para atender el parto en agua en la ciudad de México. Otros se encuentran también en ciudades del interior de la República Mexicana trabajando de manera sistematizada y exitosa.

El parto en el agua se practicaba en algunas culturas antiguas y es retomado por el médico francés Michel Odent, de modo que  en 1970 las embarazadas empiezan a introducirse en tinas o bañeras de forma sistemática para tener a sus bebés. Esta metodología permite ofrecer a  las madres atención humanizada y natural permitiendo  que cada mujer de a luz a su propio modo, según sus instintos maternales naturales.

Se descubrió que la utilización del agua tibia (37 grados centígrados) durante el parto es beneficiosa, pues ayuda a disminuir el dolor favoreciendo la dilatación cervical. Es en Estados unidos, a partir de 1981, que esta práctica  se profesionaliza y con el paso del tiempo su auge ha sido mayor. Los partos en el agua se han extendido por todos los continentes, es una alternativa muy utilizada en países como Bélgica, Reino Unido, Francia, Japón, Australia, Estados Unidos y España.

Las mujeres que se benefician  de esta alternativa de atención son aquellas que no necesitan o no desean anestesia epidural, que no presentan patologías obstétricas y las que se sienten cómodas y confiadas en el agua.

El nacimiento de un bebé es un proceso involuntario que debe ser respetado,  sabemos que el agua lo favorece. La utilización del agua durante el parto es un método eficaz y simple que ayuda a la mujer a recuperar su instinto biológico y facilitar su proceso, disminuyendo la percepción del dolor.  Es un hecho que con la hidroterapia se dan menos intervenciones médicas. Cuando una embarazada se introduce en una bañera llena de agua caliente (se recomienda una temperatura de 37°C), se reduce la producción de adrenalina, hormona del estrés y se facilita la dilatación. Además, los partos en el agua son recomendables ya que el ambiente acuático reduce la estimulación sensorial y la fuerza de gravedad, aumentando la producción de endorfinas, haciendo el proceso mas llevadero para la madre.

El agua caliente provoca una relajación de los músculos de la madre y repercute en la respiración, haciendo que ésta sea mucho más calmada y más efectiva la acción de las contracciones uterinas y por tanto la dilatación del cuello del útero.

Los partos en el agua permiten a las mujeres alcanzar la intimidad con el aislamiento sensorial que ocasiona el baño con agua caliente, con luz tenue y en silencio. La mujer debe introducirse en el agua con el parto ya avanzado al menos con seis centímetros de dilatación, sentirá gran alivio y experimentará una profunda relajación.  Los exámenes vaginales se vuelven innecesarios así como las intervenciones médicas ya que la madre se encuentra en condiciones óptimas. El apoyo emocional cobra gran relevancia para ayudar a la mujer a parir dignamente con salud, confianza y gran gozo demostrando su gran fortaleza y habilidad para dar a luz a su hijo de manera natural y saludable.