En cuanto nazca la cabecita de tu bebé tómalo y acércalo a tu pecho en contacto piel a piel, para conocerse y encontrar su mirada. Este momento mágico te ayuda a expulsar la placenta y a evitar una hemorragia.
En cuanto nazca la cabecita de tu bebé tómalo y acércalo a tu pecho en contacto piel a piel, para conocerse y encontrar su mirada. Este momento mágico te ayuda a expulsar la placenta y a evitar una hemorragia.