Tu bebé continúa desarrollándose y madurando rápidamente, el se mueve mucho dentro de ti aunque todavía no sientes sus movimientos.
Se alimenta a través del cordón umbilical, que lo une a la placenta de donde recibe nutrientes, oxígeno y anticuerpos que tu organismo le proporciona.
La placenta también sirve de barrera evitando que lleguen a tu bebé sustancias que puedan dañarlo, sin embargo debes evitar el cigarro, las drogas, la cafeína y el alcohol puesto que éstos atraviesan la barrera placentaria que pueden alterar el sano desarrollo de tu bebé.
Su piel es muy transparente y aparecen sus cejas y pestañas. El bebé ya tiene el cerebro completamente formado, es capaz de tragar el líquido amniótico y percibe sensaciones de bienestar o de dolor.
La médula ósea de tu bebé ya produce su propia sangre la cual no se mezcla con la tuya. Debes saber cuál es tu tipo de sangre y el factor Rh, si fuera negativo requerirás una vacuna especial después del parto.
Empieza el segundo trimestre del embarazo, generalmente desaparecen los mareos, las náuseas y los vómitos.
Ya no te sientes tan cansada ni con tantas dudas e incertidumbres como en días pasados.
Ha terminado el proceso de adaptación al embarazo tanto biológica como emocionalmente. Has llegado a aceptar a tu bebé y empiezas a sentirte orgullosa y agradecida de ser mamá.
Deseas comunicar la gran noticia de tu embarazo a todo el mundo.