El período de gestación en los seres humanos es de aproximadamente de 280 días, es decir, 40 semanas, tiempo en que a partir de la fecundación del óvulo de la mujer por el espermatozoide del hombre, una nueva persona humana se forma y se desarrolla al punto que está lista para nacer y para enfrentar la vida extrauterina de manera saludable después de haber experimentado la extraordinaria aventura del proceso del parto.
El parto es una experiencia enorme que la mujer puede gozar, la vive intensamente y su impacto emocional la marca para siempre. Es algo que recordará a detalle y cada vez que lo platica lo revive con tal magnitud que la forma en que el nacimiento se lleva a cabo no es algo indiferente.
Al parir, la mujer atraviesa por una prueba de amor increíble, descubre que el amor es más grande y más fuerte que el dolor o el cansancio. Cuando experimenta el nacimiento de su hijo conoce por primera vez los límites de lo que es capaz de hacer, entregar y gozar dando la vida a su hijo, transformándose en madre.
De ahí que las madres merecen y tienen todo el derecho a dar a luz naturalmente libres de intervenciones médicas de rutina; tienen derecho a que se respete la fisiología del proceso y el tiempo que requiera para dar a luz a su hijo; tienen derecho a compartir esta experiencia con su marido o con las personas que ellas elijan y tienen derecho a gozar de la atención médica profesional respetuosa que les brinde el apoyo necesario para conservar la confianza en su habilidad innata para parir. Una vez que el recién nacido ha llegado a la vida extrauterina, debe permanecer con su madre durante la primera hora de su vida tomando en cuenta que siempre es importante estar pendientes de que el bebe esté respirando, tenga buen todo muscular y buen color de su piel. Se debe contar con la supervisión médica adecuada de manera que la adaptación del bebé sea llevada sin ningún problema y el bebé pueda ser amamantado por primera vez.
El embarazo y el parto son maravillosos, son experiencias de la intimidad de la pareja. En ellos, el padre descubre aspectos y emociones de su mujer que antes no conocía; y la madre experimenta la fuerza que se logra al completarse con su marido cuando él la respeta y la ayuda. Los dos, juntos, conocen el verdadero amor al entregarse totalmente al servicio de su pequeño hijo asumiendo cabalmente su maternidad y su paternidad.
El embarazo y el trabajo de parto son actos de amor. Exigen paciencia, compartir la vida, el tiempo, el espacio físico y la casa. Incluso, la embarazada empatiza con las embarazadas del mundo entero, sufre con las malas noticias y se alegra cuando a otras madres les va bien en la vida.
La maternidad y la paternidad inician propiamente con el parto y se complementan para “dar a luz” distintos actos de entrega personal de ambos padres. Durante la lactancia y la crianza las madres y los padres, son heroicos. Hacen gala de paciencia y tolerancia, son buenos con sus hijos atendiéndolos solícitamente, son fieles a su misión y a su compromiso. Hay muchos momentos que por servir al bebé o cuidar la propia salud se contienen de tener relaciones sexuales genitales temporalmente, o buscan otro momento más propicio, dominándose a sí mismos y creciendo día a día en el amor.
El hombre que se entregó y por amor dio la vida a su hijo, al acompañar y procurar el entorno emocional y material para recibir a su hijo se ha trasformado en padre.
Sin duda, después del parto, la mujer se ha transformado por completo y para siempre. Su esfuerzo ha valido la pena, ha aprendido a amar con todas las fuerzas de su alma, ya que se le ha dado el gran regalo de ser mamá.
1. El lugar donde te atiendas y el médico son factores relevantes para lograr un parto normal. Elige cuidadosamente un equipo de salud que te ofrezca la opción de que tu bebe nazca por parto normal. La Educación Perinatal es muy importante, prepárate toma un curso de psicoprofilaxis para que puedas planear tu parto y saber qué hacer.
2. Si buscas un parto natural y saludable asegúrate que el trabajo de parto inicie espontáneamente, ten mucha paciencia, el momento perfecto lo marcará la madurez de tu bebé. Evita la inducción del parto que no tenga una razón estrictamente médica para que tu bebe nazca en las mejores condiciones.
3. Recibir al bebé implica muchas horas de trabajo de parto, es normal que tome todo el día y toda la noche, espera con paciencia y vivan la experiencia del parto juntos, es un reto espectacular que los unirá mucho como pareja. Permanezcan en casa hasta estar en trabajo de parto activo con contracciones fuertes y frecuentes Reciban a su hijo con valentía y con mucho amor.
4. Cuando estés en tu casa e incluso en el hospital te recomedamos te metas a la regadera o a la tina, esto te ayudará mucho a relajarte. Comer algo y beber durante el trabajo de parto, es muy importante para que tengas la energía que necesitas para tu trabajo de parto y para dar a luz a tu hijo por medio de un parto natural.
5. Lo mejor es tener libertad de movimiento en todo momento durante el trabajo de parto, sentarse, pararse, ponerse a gatas o en cuclillas, ir al baño, meterse a la regadera o a la tina, moverse libremente según lo requieras. Evita acostarte sobre tu espalda ya que esta posición te provoca mayor dolor e incomodidad es mejor acostarse de lado por intervalos cortos si estuvieras muy cansada y alternar constantemente posturas, ayuda mucho una pelota grande de gimnasio para sentarse y adoptar diferentes posiciones.
6. Según la mejor evidencia científica intervenir el proceso del parto de manera rutinaria, sin tener una razón médica seria, tiene consecuencias inesperadas que aumentan el riesgo de comprometer la salud de la madre y la del bebé. Tu puedes dar a luz evitando intervenciones médicas que realmente no necesitas si no das tu consentimiento.
7. Cada vez que sientas una contracción toma aire profundamente y al exhalar concéntrate y relájate, mientras la contracción se intensifica respira normalmente y mantente relajada hasta que termine. Al respirar cada vez que exhales vocalizar te ayudara a relajarte mas; cuando termine la contracción haz otra respiración profunda y descansa….permite que tu cuerpo trabaje libremente para facilitar tu parto y encontrarte cara a cara con tu bebé.
8. Evita estar sola, elige a una persona de tu confianza o una doula para que te acompañe en tu parto y pueda ofrecerte apoyo continuo en todo lo que necesites como masaje, aromaterapia, música, estrategias de relajación, apoyo y motivación para manejar adecuadamente las sensaciones intensas o dolorosas de las contracciones.
9. Cuando sientas deseo de pujar debes empezar a pujar como tu cuerpo te lo pida, de esta forma sentirás alivio durante cada contracción, hazlo en posiciones verticales para facilitar la salida de tu bebé, escucha a tu cuerpo y trabaja con mucha confianza, ayudando al bebé a nacer. Toma aire y al exhalar relájate, luego vuelve a tomar aire y al exhalar puja. Evita aguantarte el aire y escucha a tu cuerpo para hacerlo bien.
10. Asegúrate de mantener al bebé contigo en cuanto nazca en la sala de partos, colócalo sobre tu pecho desnudo en contacto piel a piel una vez que este seco y cúbrelo por encima asegurándose que sus vías aéreas no se obstruyan para que pueda respirar adecuadamente. Permite que se reconozcan mutuamente y que encuentre tu pecho y amamante por primera vez sin prisa.
Elige alojamiento conjunto durante los días que permanezcas en el hospital para que el bebé este contigo día y noche y establezcas adecuadamente tu lactancia. Habiendo conocido mas al bebé y habiendo aprendido como cuidarlo la llegada a casa será mucho mas sencilla y armoniosa.
En su visita a México en abril del 2013, el Dr. Michelle Odent, ginecólogo francés mencionó que es necesario introducir nuevos criterios para evaluar como están naciendo los bebés actualmente, combinando el conocimiento intuitivo con el conocimiento científico, incluyendo varias disciplinas como la epigenética, la epidemiología y la bacteriología. Y es que existe una relación entre nosotros y los microbios que nos colonizan en el momento de nacer estableciendo nuestra flora bacteriana que nos defiende de muchos padecimientos e incluso de enfermedades autoinmunes.
La manera de atender el nacimiento tiene efectos transgeneracionales por lo que debemos considerar seriamente el punto de vista de la fisiología que muchas veces difiere de lo cultural.
El parto es un proceso involuntario, controlado por las estructuras mas arcaicas del cerebro. Las circunstancias y las situaciones concretas de la atención del parto, pueden perturbarlo e incluso inhibirlo. Es necesario protegerlo reconociendo que es una función involuntaria que la mujer sabe realizar espontáneamente.
La cultura actual considera que la mujer no es capar de dar a luz por si misma y el personal de salud, obstetras y parteras participan activamente realizando muchos rituales e intervenciones médicas para atender a las madres. El paradigma que se vive es que ella requiere que alguien este siempre con ella pues no se confía en su capacidad para parir.
El movimiento que apoya el parto natural y la mas reciente investigación científica demuestra con optimismo que el bebé recién nacido «necesita a su madre» por lo que los cuneros en los que los bebés son separados de sus madres ya se consideran obsoletos pues inhiben o neutralizan el instinto protector agresivo natural que poseen las madres. Por tanto, debe ser una rutina en la atención, que los bebés permanezcan con su madres de día y de noche durante la estancia en el hospital los primeros días de nacido.
Y es que para preservar el vínculo de apego entre la madre y su bebé, el parto es un período crítico desde el punto de vista inmunológico y bacteriológico entre otros. El poder de la fisiología materna puede revertir las malas prácticas que estimulan a las hormonas de la familia de la adrenalina (catecolaminas) y que son antagonistas de la oxitocina la cual hace posible el parto.
Para que la mujer este relajada recostarse de lado y dormir mantiene baja la adrenalina. Si realmente se relaja no requiere ingerir carbohidratos. Así mismo conviene evitar activar la corteza cerebral haciéndole preguntas, obligándola a recordar datos, cifras y pensamientos ajenos al proceso involuntario del parto.
Al reducir la activación de la corteza cerebral la mujer se abstrae del resto del mundo por lo cual se recomienda el silencio y la luz tenue pues en la obscuridad la hormona melatonina reduce la actividad cortical que ayuda a que la mujer se sienta segura; mientras que sentirse observada por cámaras, monitores, observadores puede perturbarla o provocar percepción de posible daño para ella o su hijo.
En cuanto nace el bebé la madre experimenta el pico mas alto de oxitocina de su vida, para expulsar la placenta, siempre y cuando el entorno sea favorable. Para que esto ocurra, es necesario evitar hablarle a la madre y evitar distraerla (con telefono, corte del cordón, etc.) para que pueda realizar contacto visual con su bebé así como tenerlo sobre su pecho en contacto piel a piel. Es esencial que el bebé permanezca con su madre para que este maravilloso proceso natural se lleve a cabo.Y es que a madre necesita a su bebé por lo que esta interacción no debe ser perturbada.
El Dr. Odent comentó también sobre el estudio que publicó la revista Lancet sobre los beneficios de evitar cortar tempranamente el cordón umbilical y la relación que esta práctica tiene para erradicar el tétanos neonatal.
Su intervención nos motiva a revisar a fondo las practicas actuales de atención materno infantil, respetando la fisiología para preservar la normalidad del parto.
¿Por qué elegir un parto natural para en nacimiento de mi hijo?
Es la pregunta de muchas mujeres embarazadas que buscan la mejor opción para proteger la vida y la salud de sus bebés, cuyo nacimiento se aproxima semana a semana.
No debemos soslayar la importancia de que la mujer embarazada se cuide, haga ejercicio, se alimente sanamente y acuda puntualmente a sus consultas prenatales con el ginecólogo para asegurarse que tanto ella como su bebé se encuentren en condiciones óptimas de salud. Estar sana durante el embarazo es lo normal y es lo mas común por lo que la mayoría de las embarazadas pueden optar por un parto natural y es que sólo las que sufren alguna enfermedad requieren que el médico realice intervenciones según sea el problema especifico del que se trate.
Respetar el proceso fisiológico natural del parto implica esperar pacientemente a que el parto inicie espontáneamente y permitir que se desenvuelva a libre evolución, pues de esta manera sucede con gran armonía y favorece la salud tanto de la mamá como del bebé que esta por nacer.
El parto natural se lleva a cabo sin las intervenciones médicas rutinarias tales como suero en la vena con oxitocina, bloqueo peridural, o episiotomía sencillamente porque no son necesarias.
Durante el proceso del parto natural la mujer debe estar acompañada continuamente por su marido o por alguna persona que ella elija y le ayude a caminar, ir al baño, meterse a la regadera o a la tina, de modo que ella tenga libertad para moverse y adoptar las posiciones en las que se sienta cómoda con libertad de alternar y cambiar de posición cuantas veces lo desee ya que de esta manera se facilita el proceso y la mujer puede manejar adecuadamente las intensas sensaciones que experimenta durante las contracciones uterinas propias del trabajo de parto activo.
Para enfrentar el dolor que se presenta con las contracciones la mujer que opta por un parto natural puede utilizar algunas estrategias muy efectivas como relajarse durante las contracciones y respirar profundamente, contar, visualizar o repetir una frase motivadora y que le ayude a concentrarse. La ventaja de conservar las sensaciones es que le sirven a la mujer para saber que hacer, son una guía que la conducen al momento en el que ya este lista para pujar para dar a luz a su bebé y ayudarlo realmente a nacer utilizando la posición vertical mas apropiada para ella, manejando la fuerza de su pujo ayudando a su hijo a descender por el canal del parto hasta que al salir de su cuerpo lo reciba entre sus brazos encontrándose con él por primera vez cara a cara, mientras el cordón umbilical deja de latir para entonces cortarlo y luego se expulsa la placenta.
Es necesario que el médico que reciba al bebé cheque su estado de salud al nacer, lo evalúe cuidadosamente y lo asista si fuese necesario. Una vez que este seguro del bienestar del bebé debe promover que su madre lo amamante por primera vez dentro de la primera hora a partir de su nacimiento para que se establezca la lactancia y se fortalezca el vínculo de apego con sus padres.
El parto natural es una excelente opción en salud para la madre y el recién nacido. Es un reto que exige un gran esfuerzo para las madres que lo eligen y al mismo tiempo es un gozo enorme, una satisfacción indescriptible, una enorme experiencia de la pareja humana que recibe a su hijo con todo el amor de que son capaces habiéndose entregado en plenitud.
Por Patricia Ochoa
El canal del parto, comúnmente conocido como vagina, es el trayecto final que el bebé recorre cuando deja el útero para llegar a su meta: el encuentro con su madre. En este trayecto que puede durar desde unos minutos hasta horas, la vagina actúa como un acordeón que permite al bebé llegar suavemente a ese destino final. El recién nacido recibe beneficios, destacando:
El canal del parto está colonizado por bacterias que son parte de la flora bacteriana normal de la madre, dentro del útero el bebé se encuentra en un medio completamente estéril, libre de gérmenes. De manera que por la vagina el bebé tiene su primer encuentro con ellos, lo cual beneficia al recién nacido pues, en cuestión de minutos, se impregna de estos microorganismos satélites de su madre, microbios para él conocidos y de esta forma queda protegido. De hecho el futuro de la flora intestinal del bebé va depender de la naturaleza de los gérmenes que consigan ser los primeros en ocupar ese territorio. Cabe mencionar que este proceso se complementa con la ingesta temprana de calostro que ayuda a establecer una flora intestinal ideal. De aquí que el recién nacido tenga la necesidad de entrar en contacto con una sola persona: su madre.
En el paso por este acordeón, el bebé cuenta con sus propios mecanismos de protección ante las contracciones finales del trabajo de parto, liberando una gran cantidad de catecolaminas, entre ellas adrenalina, que le causa un estrés beneficioso que deriva en su estado de alerta al nacer, reflejado en sus ojos bien abiertos y sus pupilas dilatadas.
Esta descarga tan alta de adrenalina ha sido llamada por algunos autores “el estrés del parto” que prepara al bebé a este nuevo mundo tan desconocido y por qué no, también conocido a través de sus sentidos: conoce ya la voz de mamá y papá, el latido cardiaco de mamá, la luz, algunos olores y sabores, entre otras cosas.Aunado a la oxitocina, que también libera el recién nacido, este estrés le permite al bebé entrar en un estado de alerta tranquilo donde si no se le molesta y está en su hábitat natural “el pecho de su madre encontacto piel a piel”, le permite empezar a explorar este nuevo mundo asombroso para él donde lo primero que busca es la cara de su madre, en particular sus ojos, logrando el cruce de miradas que es el primer encuentro amoroso que se da en esta nueva vida, considerado como un periodo crítico en el vínculo afectivo entre la madre y el bebé que jamás volverá a ocurrir. Es un momento privilegiado en la relación madre-bebé y dichosos los que estamos cerca de este momento porque es mágico. Estos niveles de adrenalina bajan cuando el bebé continúa en contacto piel a piel con su madre y es amamantado en la primera hora de vida. La madre y el bebé tienen la capacidad de coordinarse muy bien, solo basta con no molestarlos.
Una tercera ventaja del paso por este acordeón es que el bebé logra expulsar de manera natural las secreciones y líquido de sus pulmones y vías respiratorias, disminuyendo así de manera importante el riesgo de dificultades respiratorias. Cabe destacar que las hormonas que se segregan por la madre y el bebé durante el nacimiento llegan a dar el último toque a la maduración de los pulmones.
“La civilización empezará el día en que el bienestar del recién nacido prevalezca sobre cualquier otra consideración” Wilhem Reich
Bibliografía
Alba Romero Concepción, Aler Gay Isabel , Olza Fernández Ibone Maternidad y Salud.Ciencia, Conciencia y Experiencia. EspañaMinisterio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Odent Michel El bebé es un mamífero.3ª edición. Editorial Ob Stare
Odent Michel La Vida Fetal, el Nacimiento y el Futuro de la Humanidad. 1ª Edición. Editorial Ob Stare
Odent Michel Ecología Prenatal 1ª Edición. Editorial Creavida