La maravillosa capacidad con que la naturaleza dotó a la pareja humana para concebir a un bebé implica que, como mujer, has recibido la fortaleza para que tu organismo aporte lo necesario para que el nuevo ser humano, que crece y se desarrolla en tu cuerpo, pueda ser capaz de vivir por sí solo y nacer.
El embarazo es un evento de familia y durante este periodo, necesitas la comunicación amorosa y el apoyo familiar para sentirte protegida física y emocionalmente. En este sentido, es necesario que estés bien alimentada ya que durante nueve meses serás tú quien cargue al bebé en tu vientre, cobijándolo y alimentándolo.
Así, es importante que tu dieta durante el embarazo sea suficiente y balanceada para mantenerte sana. Por sí misma, la naturaleza se encarga que tu bebé obtenga lo indispensable para crecer. Por medio de la placenta tu bebé recibe las vitaminas, proteínas y nutrientes para su desarrollo pero si no te alimentas adecuadamente la naturaleza, para asegurar la nutrición de tu bebé, toma lo que hace falta de las reservas de tus tejidos. Esto puede afectar seriamente tu salud ya que puedes tener anemia, caries o padecer enfermedades que te debiliten.
Durante el embarazo requieres ingerir 300 calorías extras para satisfacer tus necesidades nutricionales. Para ello, es recomendable que hagas cinco alimentos al día para proveer un aporte adecuado de energía tanto para ti como para tu hijo (a).
Asegúrate de comer de todos los grupos alimenticios:
- Las frutas y verduras son excelente fuente de vitaminas y minerales.
- Carnes, pescados y huevo aportan las proteínas para una buena nutrición.
- Cereales, arroz, pasta, tortillas y pan ofrecen energía para mantener tu embarazo saludable.
- Finalmente, las leguminosas como el frijol y las lentejas complementan los nutrientes.
Sobre el agua, necesitas tomar dos litros diariamente porque vas a sentir mucha sed.
El embarazo es un tiempo para mejorar tu estilo de vida de modo que estés lo más saludable posible. Haz un esfuerzo por comer de todo, aun cuando no se te antoje o no estés acostumbrada a comer ciertos alimentos. Aprovecha para aprender a cuidar tu alimentación y así estar lista para cuidar la de tu familia. Tu esposo y tus hijos se nutrirán bien si tú te preocupas por tener menús nutritivos, completos y variados.
Recuerda también que además de estar bien nutrida, debes evitar todo lo que pueda dañar a tu bebé como el alcohol, la automedicación, las drogas, la cafeína en exceso y el cigarro. Sobre esto último, incluso evita lugares llenos de humo y ser fumadora pasiva.
Cuidar tu salud, durante el embarazo, es asumir de manera responsable tu maternidad y demostrar el amor que le tienes a tu bebé y a tu familia.