
Es una forma de atención en la que el bebé en cuanto nace, permanece siempre con su madre. Durante la estancia en el hospital que puede ser de dos o tres días el bebé permanece junto a su mamá de dia y de noche. Esta práctica es común y generalizada en los hospitales de servicios públicos por las ventajas que tiene para la salud del recién nacido. Se coloca el bacinete (cunita) junto a la cama de la mamá de modo que pueda dormir cerquita de ella o bien ella lo carga en su cama donde lo amamanta y también pueden dormir juntos abrazados (colecho).
Favorece el sano inicio de la lactancia materna que protege la vida y la salud del bebé recién nacido asi como el apego entre el bebé y sus padres. Es un tiempo maravilloso para conocerse y para aprender a convivir y a relacionarse juntos. De igual manera la madre se empieza a encargar de los cuidados básicos de su bebé mientras cuenta con la supervisión y apoyo del personal de salud del hospital.
Con el alojamiento conjunto, cuando la madre es dada de alta y se va a casa, se siente segura y confía en su capacidad para amamantar a su bebé y para atenderlo adecuadamente ya que éstos primeros dos a tres días con él, le permiten desarrollar su habilidad natural para criar a su bebé desplegando su fortaleza, su gran sensibilidad y empatía con su bebé asumiendo sorprendentemente su maternidad.